Crónica2:
EL AZUQUECA TOMA EL TREN DE LA SALVACIÓN
El arbitro viste de negro porque tiene que pasar por el partido de una forma fugaz. Como si fuera una sombra. Esto no lo dijo ninguno de los inventores del fútbol, allá por el siglo XVIII. De haber desarrollado este deporte ahora, sería una norma obligatoria. Novalvo Ruiz, que así se apellida el señor que ayer madrugó para dirigir el Azuqueca-Tarazona, cumplió con la máxima, pero de forma totalmente contrario. Vamos, que sólo acertó en el pitido inicial de cada tiempo y en la anulación del gol que anotó con la mano Pancorbo.
Llegó a dejar en el campo a Ander después de mostrarle dos amarillas y expulsar a Miguel cuando sólo llevaba una. Menos mal que el linier estuvo en ambas ocasiones al quite para mostrarle el camino correcto. Igual que para expulsar a Edgar por agredir a Ander sin balón. No vino mal el espectáculo arbitral, porque fútbol sólo se vio en la primera parte, y a rachas.
El Tarazona salió bien plantado, con Alejo dominando en el centro del campo y repartiendo juego. La pelota era del conjunto albaceteño, que sin embargo no llegaba con peligro a la meta de Jesús.
El Azuqueca, al menos en la primera parte, fue la antítesis de los visitantes. Se quedó bien arropado en defensa, pero lanzó tres contragolpes por medio de Javi Robledo que bien pudieron acabar en gol. El más claro de todos se produjo en el minuto 40, cuando Félix respondió de maravilla en el uno contra uno frente al delantero azudense.
Todo esto ocurría después de que el colegiado anulase un gol que Pancorbo había marcado con la mano al cuarto de hora de partido.
El dominio del Tarazona se transformó en imprecisiones en la segunda mitad. En ella no tomó parte Alejo, lesionado. Sin el mediocentro, el fútbol de los albaceteños perdió muchos enteros.
A partir de ahí se vio otro partido. Pascu, y sobre todo Quique, que salió por Orea en el minuto 53, se hicieron dueños de la pelota y las ocasiones cayeron de lado azudense.
El gol, sin embargo, llegó después de que el árbitro señalase uno de esos penaltis que suelen irse al limbo. Barullo en el área del Tarazona, Raúl Grande (dos metros de futbolista) al suelo y pena máxima por empujón. Pascu no falló.
A partir de ahí, la polémica. Edgar se ganó una justa expulsión por agredir a Ander, que dejó al Azuqueca con uno menos. Sin embargo, el Tarazona pareció acusar más la expulsión, porque desde entonces no creó ninguna ocasión. Sólo un balón que se paseó por la portería de Jesús y ante el que Montes, en vez de empujarlo, se limitó a levantar los brazos por creer que ya entraba en la meta. Ver para creer.
No había acabado ahí todo, porque después vino el lío de las tarjetas. Ander ve dos amarillas y no es expulsado, mientras que al colegiado sólo le hace falta una para mandar a los vestuarios a Miguel, ambos del Azuqueca. Habría sido un escándalo mayúsculo de no mediar la intervención de los linieres, que recordaron al olvidadizo colegiado los nombres y números de los futbolistas a los que había amonestado. Surrealista. Al final, tres puntos casi caídos del cielo que sirven al Azuqueca para alejarse de forma definitiva de los puestos peligrosos y colocarse en la parte tranquila de la tabla.
Crónica2 : L.O. / El Dia de Guadalajara
Crónica3:
Un nuevo final feliz
(AZUQUECA 1 / ATL.TARAZONA 0) El Azuqueca se impuso al Atlético Tarazona gracias a un penalty transformado por Pascu en un encuentro con muchas tarjetas
Los finales de las películas siempre suelen ser buenos. El ‘héroe’ atraviesa por un sinfín de obstáculos que solventa con más o menos problemas. Mismo guión, mismo final. El Azuqueca se sobrepuso a la expulsión de Edgar (minuto 70) y se llevó los tres puntos ante el Atlético Tarazona (1-0).
Una expulsión que, a pesar de la incredulidad de la afición rojinegra, el trencilla no dudó en señalar. Y una decisión acertada si es cierto que existe agresión de por medio. Injustificable acción por parte del capitán azudense.
Antes, el Tarazona se había plantado en el San Miguel con ganas de ‘pelea’. Con ganas de ofrecer fútbol. Los visitantes salieron al verde dispuestos a llevar el peso del partido y del esférico. Mientras, los azudenses esperaban, quizá esperanzados por encontrar una fulgurante contra que pusiese el viento de cara. Un gol anulado a Pancorbo por una supuesta mano y un cara a cara de Javi Robledo que desbarató el meta visitante Félix fue lo único reseñable de una primera mitad que iba a dar un giro de 180 grados en la segunda. Y es que, en el fútbol, los cambios de guión están a la orden del día. O a la orden del partido.
La entrada del visitante Pedro en sustitución de Fornoza tras la reanudación pareció hundir más que reactivar a los tarazoneros. Y pasaron de dominar a ser dominados. Nada más iniciarse el segundo periodo, Pancorbo dispuso de la primera ocasión tras un rechace en la frontal. Pero habría que esperar hasta el minuto 63 para ver el único gol del partido. Un agarrón a Raúl Grande supuso la pena máxima que transformó Pascu. Fue uno de esos penalties que nunca se pitan, pero no por ello dejan de serlo.
De ahí hasta el final, llegó la citada expulsión de Edgar –roja directa– y del visitante Ander –doble amarilla– esta última en el minuto 88. Pero el guión ya no variaría más. Y el ‘bueno’, a pesar de las adversidades, volvió a triunfar. Aunque esta vez el héroe Edgar se convirtió en villano.
Crónica3 : Diego Gómez / Guadalajara dosmil
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